domingo, 4 de noviembre de 2012


Bueenas, aquí tenéis el segundo capitulo de la infancia de Finn. Disfrutarlo y eso que aquí esta, no os hago esperar mas. 


Capitulo 2; falsas esperanzas. 



Veo a la chica que va con Iván y si, sin duda es ella. Es idéntica, esos ojos, su pelo, no la recuerdo tan morena... Pero estoy seguro de que es ella, tanto tiempo buscándola y aquí esta, a mi lado. Esa sonrisa por la que sonrío día a día. No quiero aceptarlo pero creo que me gusta. 

- Bueno, ¿que tal estáis?- Nos pregunta Iván- Que tonto, esta es mi prima Alyson. 

¿Qué? ¿Pero cómo? Estaba seguro de que era ella, de que era Annie. Entonces todas mis esperanzas de conocer a la chica que salve se desvanecen por segundos. Por un momento pensé que la búsqueda había acabado, pero no. No voy a rendirme, voy a luchar por conocerla, por encontrarla. 

- ¿Entonces vamos a la playa?- pregunta Madie. 

-Claro que si, vamos- Le indica Mark con una dulce sonrisa a su hermanita. 

En las dos siguientes horas estamos en la playa bañándonos, tomando el sol, jugando a la pelota. Pero a la vez buscando, es verdad que el Distrito 4 es grande pero no es para tanto, pienso yo. Ya es algo tarde y nos vamos cada uno a su casa. Al llegar me subo a cambiarme y me relajo un poco en mi cama.

 Me lo he pasado verdaderamente bien, nos hemos reído, pero sobre todo con Lucas cuando lo hemos enterrado y ha tragado un montón de arena. Y cuando Alyson le ha dado a la pelota y le ha caído a la cabeza. Sonrío al recordarlo. Me da la sensación de que este va a ser un verano bastante bueno. Mañana prometí a mi padre que le ayudaría con la tienda así que tendré que madrugar, antes de ir paseare por la playa para ver el amanecer. Bajo a cenar y hay marisco y como siempre esta buenísimo. Mis padres me ven nervioso y la verdad es que lo estoy, no he parado de buscar y no puede ser que no la haya visto ni un día. Me subo a mi habitación y me duermo en cuestión de minutos. Tengo un bonito sueño en el que salen peces de todo tipo de colore. Cuando abro los ojos aún hay estrellas en el cielo, veo el reloj y son las siete menos cuarto. Aún así me quedo un rato relajado en la cama dejando que pasen los minutos.

 6 días, pienso, quedan 6 días para cumplir 13 años. Y cada día que pasa queda menos para saber quien ira a los Juegos, yo ya entrare en esa urna con todos los demás nombres. Aún no ha amanecido así que me pongo una cómoda camiseta y unos pantalones grises, bajo a la cocina,  cojo un par de galletas para desayunar y salgo a la playa. El amanecer es precioso, nunca he tenido ninguna duda, me quedo mirando la escena un par de minutos y recuerdo que tengo que ir a la tienda que esta al otro lado del Distrito. 

*Me espera una buena caminata*- pienso. 

Y la verdad es que si, pero aprovechare para buscar aunque no creo que la encuentre con las horas que son. Cuando llego donde esta mi padre son las ocho. Y como pensaba la búsqueda a sido en vano ya que las calles estaban desiertas. 

-Haber Finn, coje esas cajas y llévalas al escaparate, para que se vendan.

Cojo las cajas y las llevo donde mi padre me ha dicho, saco los peces y los pongo en las cajas de plástico, para exponerlas. Así estoy mas o menos dos horas, he cojido seis cajas y haciendo lo mismo. Las llevo, saco los peces y a las cajas. Las llevo, saco los peces y a las cajas. Es agotador, bajo el sol en pleno Junio, a seis días de mi cumpleaños. No veo a nadie hasta que son las 11 de la mañana, un par de clientes y niños de camino a la playa pero ni rastro de Annie. Es bastante raro ya que estamos en el mismo Distrito. ¿Y si se han mudado? ¿O simplemente no se deja ver? ¿O si... o si que? 
Sacudo la cabeza para olvidarme de las estúpidas preguntas que me acabo de hacer. Y me fijo que son las 12 y tendré que irme a casa.  

-Papa, que yo me voy a casa, ¡adiós!- le grito a mi padre desde la puerta.

-¡Esta bien Finn!

Que mania con llamarme Finn. No me molesta pero me recuerda a... Annie. Recuerdo la escena perfectamente. 

*Flashback*

-¡Socorro, socorro!

Me parecen oír gritos.

-¡Ayuda! 

Si, son gritos. Me acerco hacia donde provienen y veo a una niña de mi edad que al parecer no sabe nadar y se esta ahogando. Me tiro al agua sin pensármelo y la saco fuera del agua. Le toco con los dedos el punto en el cuello donde tendría que escuchar su pulso pero lo único que oigo es silencio. Estoy dispuesto a hacerlo, así que le tapo la nariz, le abro la boca y le soplo aire a los pulmones, presiono su pecho. Vuelvo a coger aire, soplo y presiono, aire, soplo y presiono. Entonces empieza a toser y yo me aparto. 

-Gra, gracias.- Consigue decir la chica -¿Como te llamas?

-¿Yo? Eh, Finnick. 

-Que bonito nombre Finn.- Dice ya incorporada y apoyada en mi regazo - Yo soy Annie. 

Le sonrío amablemente y se levanta. Parece que esta mejor pero se le había parado el corazón. Tiene un pelo largo y rizado de color canela, con la piel blanca y con pecas por toda la cara. 

-Me voy, encantada Finn y gracias por salvarme. 

-Adiós Annie. 

2 comentarios:

  1. ¡Qué bonito!
    Me apetecía leerme una historia desde el punto de vista de Finnick... Por lo que parece, esta me viene al pelo :D.
    Tengo muchas ganas de que publiques el siguiente capítulo ;). ¡Sigue así, y un beso!

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    1. Jo, muchas gracias de verdad :')
      Pues la verdad es que si, jajaja, antes del viernes ten por seguro que lo tendré.
      Otro beso! :3

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